26 oct 2010

Considerando en frío, imparcialmente...

Considerando en frío, imparcialmente,
que el hombre es triste, tose y, sin embargo,
se complace en su pecho colorado;
que lo único que hace es componerse
de días;
que es lóbrego mamífero y se peina...

Considerando
que el hombre procede suavemente del trabajo
y repercute jefe, suena subordinado;
que el diagrama del tiempo
es constante diorama en sus medallas
y, a medio abrir, sus ojos estudiaron,
desde lejanos tiempos,
su fórmula famélica de masa...

Comprendiendo sin esfuerzo
que el hombre se queda, a veces, pensando,
como queriendo llorar,
y, sujeto a tenderse como objeto,
se hace buen carpintero, suda, mata
y luego canta, almuerza, se abotona...

Considerando también
que el hombre es en verdad un animal
y, no obstante, al voltear, me da con su tristeza en la cabeza...

Examinando, en fin,
sus encontradas piezas, su retrete,
su desesperación, al terminar su día atroz, borrándolo...

Comprendiendo
que él sabe que le quiero,
que le odio con afecto y me es, en suma, indiferente...

Considerando sus documentos generales
y mirando con lentes aquel certificado
que prueba que nació muy pequeñito...

le hago una seña,
viene,
y le doy un abrazo, emocionado.
¡Qué más da! Emocionado... Emocionado...
César Vallejo

Cuatro razones por las que me vengo rápido


Porque mi padre solía escupir en el suelo y me decía que tenía que ir y regresar antes que la saliva se secara.
Porque me falta coraje.
Porque tengo tres centímetros de menos.
Porque por allá hay una gente que está matando a la otra gente y los primeros que se mueren son los que no se vienen rápido.
Adolfo Ariza.

25 oct 2010

Mirada de niño

Repugnante País.

En Mocuare, corregimiento de San José del Guaviare, los niños juegan con casquillos de balas que dejan los enfrentamientos entre los militares y las Farc, que están regados por todas partes.
(Revista Semana, Octubre de 2010)

24 oct 2010

Para que yo me llame Ángel González

Llorar a lágrima viva

Llorar a chorros.
Llorar la digestión.
Llorar el sueño.
Llorar ante las puertas y los puertos.
Llorar de amabilidad y de amarillo.

Abrir las canillas,
las compuertas del llanto.
Empaparnos el alma,
la camiseta.
Inundar las veredas y los paseos,
y salvarnos, a nado, de nuestro llanto.

Asistir a los cursos de antropología,
llorando.
Festejar los cumpleaños familiares,
llorando.
Atravesar el África,
llorando.

Llorar como un cacuy,
como un cocodrilo...
si es verdad
que los cacuyes y los cocodrilos
no dejan nunca de llorar.


Llorarlo todo,
pero llorarlo bien.
Llorarlo con la nariz,
con las rodillas.
Llorarlo por el ombligo,
por la boca.

Llorar de amor,
de hastío,
de alegría.
Llorar de frac,
de flato, de flacura.
Llorar improvisando,
de memoria.
¡Llorar todo el insomnio y todo el día!

Oliverio Girondo

Por Michael Breyette

16 oct 2010

Just that....



Cuerpos

I

Ah: volver a visitar tu más
Húmedo lugar a horas imprevistas
Mientras abres la página en blanco
de tus piernas

Y tu sésamo que guarda el rojo fruto
Se ajusta a mi galope.
Volver a festejar los cuerpos.

Reanudar el goce
Entre la leche derramada del alba.

II

Ah: cuerpo a cuerpo reanudar la mañana
Mientras lanceo tu pequeña aldea láctea
La piedra de escándalo de tus muslos.
Jadear como corcel espoleado
Penetrando el abismo que nos une y nos separa
Con mi centro en menguante y en creciente
Mientras cruzamos la otra orilla
Entre el flujo y reflujo
Del alba.
Juan Manuel Roca

Rosie Huntington Whiteley

11 oct 2010

Abuela Grillo.

Abuela Grillo from Denis Chapon on Vimeo.


por The Animation Workshop

No mucho qué decir, un trabajo soberbio y muy bien logrado

El disparo final en la vía láctea

En el cielo profundo de mis masturbaciones
ocupas ese ámbito de deseo irrefrenable y voraz
Inagotable y tierno que te devora el sexo
aunque tú no lo sepas Tu cuerpo habita el mío

Y es tan mío como no pudo serlo allá
en la realidad Es mío cuando yo te deseo
De esa misma manera impalpable y eterna
como este libro es tuyo Como yo soy de ti

Habitamos el ocho Doble infinito
de los dos universos El 8 de los círculos
El que parece dos astros hermanos y gemelos
El que parece dos ojos Dos culos cercanos
El que parece dos testículos besándose

Cuando llegas a mi cielo estoy desnudo
y te gustan las columnas de mis piernas
para reposar en ellas Y te asombra
mi centro con su ímpetu y su flor erecta
y mi caverna de Platón carnal y gnóstica
por donde te escapas hacia la otra vida

Y en ese cielo te entregas a ser lo que verdaderamente
eres Agresión de besos Colisión de espadas
Jadeo que se estrella como un mar contra mi pecho
Locura de tus ojos orientales alumbrando
la aurora del orgasmo mientras tus manos
se aferran a mi cuerpo Y me dices
lo que yo quiero y respiras tan hondo
como si estuvieras naciendo o muriendo
Mientras nuestros ríos de semen crecen
y nuestra carne tiembla y engatilla su placer
hacia el disparo final en la Vía Láctea

En las sábanas de nuestro cielo hay nubes
perfumadas de axilas y delicados residuos
el amor En la almohada el hueco
que tu cabeza ha dejado oloroso a jazmines
Y en mi alma y mi cuerpo el inmenso dolor
de saber que desprecias mi amor

Oh tú por quien mi vida renació
dentro la lumbre de la muerte.
Raúl Gómez Jattin

Simpsons opening by Bansky




via Chuli

Chow Hon Lam




Scarlett Johansson by Sheryl Nields



Catherine Servel

via

Suehiro Maruo




via Carmen.......... ¬¬

5 oct 2010

El desdichado

Yo soy el tenebroso, -el viudo, -el desdichado,
el príncipe de Aquitania de la torre abolida:
mi sola estrella ha muerto, -y mi laúd constelado
ostenta el negro Sol de la Melancolía.

En la noche de la tumba, tú que me has consolado,
devuélveme el Posílipo y el mar de Italia,
la flor que tanto gustaba a mi corazón desolado,
y el ramaje donde la vid se une a la rosa.

¿Soy Amor o Febo?… ¿Lusignan o Biron?
Mi frente aún está roja del beso de la reina;
he soñado con la gruta donde nada la sirena…

Y dos veces vencedor crucé el Aqueronte:
modulando por turno en la lira de Orfeo
los suspiros de la santa y los gritos del hada.
Nerval.

La madurez.

No te bastará con azuzarme los perros, ni convocar una Cruzada contra el sueño, guerras punitivas contra el ocio, expediciones fraguadas para trocar mi risa por tus espejos deformes.

No bastará que pidas a campo abierto la presencia sobre mi desnudez de la ventripotente nube llamada la vergüenza. Desde ya me barajas una tanda de epitafios para el ocio y el deseo, la contraseña para entrar en los poblados de niebla del hombre satisfecho.

Las cuchillas que introduces en mi bolso no amedrentan mis dedos que buscan en el fondo un pequeño papel con la palabra viento. El solo recuerdo de tu voz es yatagán sobre mi nuca, vieja enemiga de los fuegos, atildada y pulcra dama. A saco entras contra el duende silvestre que es mi niño, tratas de recortar sus retiradas hacia el sueño, lo asedias y lo amurallas, le fijas edictos en su puerta anunciando su inmediato lanzamiento.

Esto te anuncio: no me bastan tus brillantes proclamas, tus ejemplos donde campean los heridos. A nombre de la razón quieres cortar la luz a mis adentros, madurez, vieja zorra a punto de podrirte. Quédate lejos, velando tus días y tus meses.

Juan Manuel Roca.